viernes, 28 de agosto de 2009

La Serenisima achica su presupuesto... para jingles

En 1989 La Serenisima lanzaba esta pieza para promocionar sus yogures:



En 2009 -veinte años después- refritaron ese jingle para sus yogures...



Y la verdad, me quedo con el original, que tiene cerca de diez segundos menos y hasta un contrapunto de voces.

Parece que eso que siempre dicen en las gerencias de marketing esta vez es cierto: “no tenemos presupuesto”, “no me da el budget”. ¿Tan mal van las cosas que tienen que volver a una mala versión de un jingle de 1989?

No se cual es la razón, pero cuando los menores de... si, ¡veinte años! escuchan ambas versiones, se quedan con la última. ¿Será mejor y me traicionan los recuerdos o la nueva generación tiene mal gusto?

Igualmente no es lo único que aggiornaron, hay mas, pero eso queda para otra(s) entrada(s).

domingo, 16 de agosto de 2009

Mercadolibre.com, sus diez años de vida y la publicidad

Coincidiendo con el décimo aniversario de MercadoLibre.com, quise recordar este spot (creo que el primero de la compañía) de aquel 1999 burbujeante de emprendimientos .com.

En él se explica claramente como funciona(ba) el sitio en un mundo no acostumbrado al comercio electrónico y cuando -a pesar de varias coincidencias asombrosas entre ambas empresas y sus fundadores- DeRemate.com tenía cierta ventaja por sobre ML, pricipalmente por el impulso mediático que le dio Mario Pergolini en su programa televisivo el día de su lanzamiento oficial (ambas empresas se presentaron el mismo día y a la misma hora, y casi hasta en el mismo lugar).

Hoy MercadoLibre.com es dueño de DeRemate.com. Hicieron mejor los deberes y hoy son dueños del ecommerce de América Latina.


Siempre me gustaron las campañas de ML por su gran creatividad al momento de estimular al televidente a participar de la comunidad mercadolibrense. Comprar, vender, canjear, subastar... todo es posible.

Hasta subastar un beso en el año 2006.


El amor -y casi una misma línea argumental- aparecen en la campaña del tipo enamorado en 2008 de su moto, quien lo sigue y persigue. Finalmente la compra en ML.


Esta pieza me encanta. En el gran casamiento griego de mis entrañables amigos y compadres Fabio y Basilia (obvio que la griega es ella) no podían faltar los platos para celebrar... y empezaron a caer de todas partes.

Él único problema es que eran platos enlozados (esos que NO hay que usar para tirar) hasta que un pedazo de plato salto hasta la pierna de una de las invitadas... bueh, imaginaran que había sangre por todos lados y los platos dejaron de caer. La expresión del chico en el spot cuando tira el televisor me hace recordar a varias caras que soltaron platos cuando la sangre llegaba a la pista y se dieron cuenta de que es lo que había pasado.

En fin, la invitada fue al sanatorio y no paso nada más que una fea cortada, algunos puntos y vendajes; pero lo cierto es que cuando uno comienza a tirar platos, la adrenalina quiere que tiremos sillas, espos@s, novi@s y casi cualquier cosa que se encuentre al alcance de la mano.


Queda claro que adoro los comerciales de MercadoLibre.com... salvo por la duración de las campañas. Son tan largas que algo hermoso lo convierten en odioso y la frecuencia diaria no ayuda demasiado.

Alguien dijo que aún el chocolate más delicioso (yo prefiero parafrasearlo con caviar, pero son gustos) comido todo el día y todos los días cansa, y su sabor ya no se disfruta. Es un consejo, bajen un par de cambios en frecuencia y duración.

jueves, 13 de agosto de 2009

Trillonario.com: contaminación auditiva y violencia innecesaria

Evidentemente la gente de Trillonario.com quiere molestar al televidente bajo la premisa “que hablen bien o mal de nosotros, pero que hablen”. La pieza original, que nos obligaba a escuchar los gritos combinados de orientales, jueces, italianos, personas pequeñas, ancianos y hasta un mimo, entre otros estereotipos, ahora fue explotada en un comercial para cada personaje.


Ahora, además de soportar los gritos, hay que ver al venerable anciano japonés rompiendo todo, al juez convertido en punk y “confraternizando” con su secretaria también rompiendo todo y rasgandose las vestiduras y hasta al simpatico pequeño, que no pega -gracias a Dios- esos alaridos insoportables, pero que también rompe todo y hasta se tira por la ventana.

Parece ser que ganar cualquier lotería del mundo incita a la violencia, a destruir todo lo que se tiene cerca y hasta suicidarse por acertar los números adecuados.


Reconozco que no soy jugador, y cuando jugue y sorprendentemente gané, sólo atiné a cerrar el puño y susurrar “vamos” o “esssa” pero no salte del edificio ni destruí objetos y menos grite ese trepanador cerebral japonés TATATATA ni choqué contra el pecho de nadie desencajado mascullando YES, YES.


En esta campaña faltaron varias cosas: primero estudiar el comportamiento de ganadores (no jugadores compulsivos) en cualquier disciplina timbera, segundo pensar formas creativas de demostrar alegría por ganar y tercero, el impacto negativo en los televidentes por soportar tamaños alaridos, no ocasionalmente sino con una frecuencia completamente inadecuada.

Y no escarmientan. La campaña anterior, con dos modelos “muñequitos/carilindos” en un set mas falso que billete de 3 dólares era mala, muy mala. Esta supera eso con malicia sádica. Buena idea, mal implementada.